Una antigua leyenda asiática habla de un hilo rojo invisible, un lazo que nos une con las personas y eventos destinados a cruzarse en nuestro camino. Pero más allá del mito, la ciencia confirma que todo en el universo está conectado por fuerzas invisibles, vibraciones que nos guían sin que lo notemos.

Dos visiones se entrelazan: ¿diseñamos nuestro destino o ya está escrito? En cada elección, en cada encuentro, en cada paso, el futuro se reconfigura. Lo que parece azar es, en realidad, un orden oculto dentro del caos.

Chronos es una colección inspirada en esta dualidad: el destino y el libre albedrío, lo trazado y lo incierto, lo que elegimos y lo que nos elige. Una idea que habita entre lo místico, lo tangible y lo que respalda la ciencia.

Una colección compuesta por ocho siluetas, cada una encarnando una posibilidad, un camino, un lazo que nos transforma. Broches que marcan pasos y conexiones, estructuras que abren y cierran caminos, cuellos amplios y dramáticos que, cerrados, ocultan el destino, pero abiertos evolucionan con cada movimiento.

Un negro profundo que representa el vacío, la ausencia de luz, pero también el potencial infinito; como un universo antes del colapso de una elección, donde todas las posibilidades aún existen. Un rojo vibrante que representa el hilo conductor, la energía que nos guía, la conexión inevitable entre los puntos de nuestra historia.

Chronos, el dios del tiempo, es la base de este flujo impredecible. Porque aunque intentemos moldear nuestro futuro, todo llega cuando debe llegar. Nada se fuerza, nada se detiene.

Esta colección abraza el tiempo, abraza cada paso. Fluye y evoluciona. Aquí, los errores no existen, solo caminos que palpitan, que suben y bajan, pero siempre con un orden, con un propósito, con un destino.

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An ancient Asian legend speaks of an invisible red thread, a bond that ties us to the people and events meant to cross our path. But beyond the myth, science confirms that everything in the universe is connected by unseen forces, vibrations that guide us without us even realizing it.

Two visions intertwine: Do we shape our destiny, or has it already been written? With every choice, every encounter, every step we take, the future reshapes itself. What seems like randomness is, in truth, a hidden order within chaos.

Chronos is a collection inspired by this duality—the balance between fate and free will, the predetermined and the unknown, what we choose and what chooses us. It exists between the mystical and the tangible, between ancient beliefs and scientific truths.

A collection of eight silhouettes, each embodying a possibility, a path, a connection that transforms us. Clasps that mark steps and linkages, structures that open or close pathways, high, dramatic collars that, when fastened, obscure the destination, yet when unfolded, bloom—evolving with every movement.

A deep black symbolizes the void, the absence of light, but also limitless potential—like a universe before a choice collapses into reality, where every possibility still exists. A vibrant red serves as the guiding thread, the energy that leads us, the inevitable connection between the points of our story.

Chronos, the god of time, is the foundation of this unpredictable flow. Because no matter how much we try to shape our future, everything arrives when it is meant to. Nothing is forced, nothing is held back.

This collection embraces time, embraces every step. It flows, it transforms. Here, mistakes do not exist—only paths that pulse, rise, and fall, yet always follow a pattern, a purpose, a destiny.

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BY TANIA ORELLANA.